miércoles, mayo 20, 2009

PARA JORGE...

Jorge Perez Castellanos, papà de Jorge Pèrez Rivero uno de mis primeros amigos de la vida, fue el primer adulto, junto con Laurita Pèrez, que nos dejaban decir cuantas groserìas quisièramos en su coche y en su casa, un placer que sòlo los ex-alumnos de escuela marista podrìan realmente entender.

Jorge fue mi Padrino de primera comuniòn, recuerdo que siempre lo veìa y lo veo, alto, muy alto, fuerte y sonriente.

En la casa de Jorge y Laura Pèrez, literalmente me rompì la cabeza, tenìamos 8 años cuando en casa de los Perez estàbamos jugando nùmeros, Rodrigo Tena, (juro que aun lo recuerdo) gritò mi nùmero, el tres, yo, en mi absurdo y ridiculo afàn de ganar (no recuerdo que hubiera premio), me aventè sin reparar que justo el columpio en el que estaba mi hermano se acercaba a mi cabeza a 100 kms por hora, o por lo menos asì lo sentì cuando se estrellò justo arriba de mi ceja derecha, asì que en cierto modo tengo un recuerdo permanente de los Perez, en mi cara.

En las tocadas que organizàbamos, recuerdo a Jorge simular tocar el piano y cantar con singular alegrìa, como si de òpera se tratara, de eso si tengo evidencia documentada, asì estaba Jorge, cantando y jugando.

Recuerdo que dejò de fumar y la razòn de porquè lo dejò, era divertido ver que Jorge grande se escondìa de Jorge chico para fumar porque si lo veìan, lo regañaban, yo lo vì varias veces caminando por el parque de Pilares haciendo su obligada caminata de 30 minutos diarios, a veces lo saludaba a veces solo pensaba ahì va Jorge, que bueno que sigue caminando.

Recuerdo a Jorge Pèrez, visitando a mi familia, todos los fines de semana que mi mamà estuvo internada en el hospital, recuerdo su apoyo sincero e incondicional y desde luego recuerdo que Laurita Perez, nos llevò de comer varias veces, muchas màs de las que nuestra familia nos llevò y por ello les vivirè eternamente agradecido.

Recuerdo a Jorge paseando por mi casa y revisando el tercer piso que nos ayudò a construir en casa de mis papàs, Jorge Perez, estuvo con mi papà, todo el tiempo que fue necesario cuando mi abuelita muriò, literalmente no se despegò ni un momento de èl, en realidad no se ha despegado ni ùn momento de èl. No hay palabras para agradecer tanta solidaridad y cariño.

Recuerdo su figura y su voz fuerte y su risa estruendosa, contagiosa.

Como no mencionar el clàsico apretòn y sacudida de mano que te daba cuando te saludaba, ese saludo era tìpico de Jorge Pèrez, ese saludo lo conocì en 1982 y hasta el 2009 me siguiò saludando asì, cuando yo era chico intentaba apretar la mano lo màs fuerte que podìa para evitar la terrible sacudida, sin embargo, siempre fracasè en el intento, curiosamente con este hecho invariablemente nos reìamos, cuando crecì, disfrutaba el saludo de Jorge, desde antes de saludarnos me reìa, porque sabìa que venìa la inevitable sacudida de mano.

Mi Papà, es un hombre de la vieja escuela serio, formal, trabajador y de pocos, muy pocos amigos, dentro de sus pocos amigos, Jorge Perez era uno de los màs especiales, siempre se sintieron identificados el uno con el otro, siempre reìan y se iban a comer juntos, departìan y discutìan arduamente sobre los lugares que les gustaban, sobre el trabajo, los hijos, en fin sobre la vida, sin embargo, los dos eran autènticos el uno con el otro, siempre existiò esa afinidad natural que los uniò y los ha mantenido como muy buenos amigos, en realidad tenìan una amistad entrañable, sòlida y còmplice, hecha y derecha. Hoy todos en mi familia extrañamos a Jorge, mi papà lo extraña un poco màs.

Jorge llegò como todos los años a la casa, el 14 de marzo de 2009, fue el primero en llegar, botella en mano y fue el primero en irse, Jorge quèdate un ratito màs hombre, le dijo mi papà, no compadrito, ya me voy pero muchas gracias por todo, yo lo acompañè afuera y nos despedimos como siempre con el clàsico apretòn de manos. Fue la ùltima vez que lo vimos.

Jorge, como mi papà, tenìa sus prioridades muy bien establecidas. Le encantaba estar con su familia, ir a misa, sus viajes y el baseball, tal y como viviò el ùltimo dìa de su vida, el ùltimo dìa que compartiò con nosotros.

En honor a mi amigo Jorge Pèrez, grabe una playera con la que corrì un marathòn, el pasado 5 de abril de 2009, pero en mi corazòn, llevò y llevarè grabado el nombre de Jorge Perez Castellanos, y siempre lo recordarè como una de las mejores personas que he conocido y que conocerè en mi vida.

Para Jorge con cariño
Hasta luego viejito.... espero llegar al cielo y disfrutar de ese apretòn de manos.
Roger Soreque