domingo, junio 14, 2009

GRADUATION DAY...

13 de junio de 2009.
Listo para entrar a la alberca me encontrè, sì tambièn en la alberca¡¡ que pedo¡¡ a mi maestra de psicologìa de sexto grado, Maestra, como està, bien, bien, no me digas que te dì clases???, sì , soy Roger Soreque ahhh soreque sì, ya me acordè de tì, como estàs, bien maestra que bàrbara està igualita, gracias, y como le va, bien, los muchachos, ahora estàn màs inquietos, precisamente hoy es la graduaciòn del CUM, nos vamos a bailar en la noche, muy bien maestra que le vaya muy bien..

En la noche del sàbado por la noche, aproximadamente 450 adolescentes de 18 años, celebraron su graduaciòn de sexto de preparatoria, dentro de ellos, se encontraba Ernesto Ibarra Chong, hermano de mis hermanos Ibarra, no sè como habrà experimentado su noche de graduaciòn, yo al encontrarme a mi maestra de psicologìa y al enterarme que era la graduaciòn de Ernesto recordè la mìa...

Desde luego, todos estàbamos emocionados por la noche de graduaciòn, todos se pusieron las mejores garras, yo tenìa un moño y un chaleco muy original y pintoresco que mi papà me habìa comprado en, no sè donde, pasamos por nuestras acompañantes, quienes desde luego se han de haber roto la cabeza para encontrar que chingados ponerse y nos arrancamos todos a la graduaciòn, en realidad, parecìa una fiesta padre, pero salvo por el hecho de que estaban los papàs y alguno que otro amigo desconocido o que no se pegaba tanto, me parecìa una fiesta màs donde todas las caras conocidas que habìas visto por los ùltimos 12 años, seguirìan estando como hasta ese momento habìan estado ahì, siendo testigos silenciosos en algunos casos, ruidosos en otros, de tu vida, parece increible que ese momento de tu vida, se hubiere repetido una y mil veces y en razòn de dicha situaciòn, parecìa una situaciòn extremadamente conocida, como de una pelìcula que hubieras visto una y otra y otra y otra vez... esto no significa que fuera algo sin importancia, por supuesto que tenìa importancia, sin embargo en ese momento mi sentir era de escape, ya estaba hasta la madre de la escuela de los mismos amigos, de las mismas caras, del futbol, de todo, querìa (supongo que como adolescente inquieto que no disfruta plenamente el momento sino que quiere volar en lugar de caminar) irme de ahì, de todo lo conocido, porque claro ya a mis 18 años, desde luego que pensaba que conocìa el mundo y no sòlo eso sino que estaba a mis pies y lo podrìa dominar en un sàbado y parte de la mañana del domingo.... no cabe duda que todos estamos hechos unos pendejos a los 18, o al menos esa ha sido mi percepciòn y claro unos màs que otros eso que ni que...


En el baile es inevitable que veas a las "bolitas" de amigos, como en cualquier graduaciòn, como en cualquier fiesta, siempre se hacen unos grupos dentro del enorme grupo de la fiesta, en el CUM las bolitas, eran las mismas o muy similares desde primaria, siempre puedes ser amigo de varias bolitas, sin embargo sòlo en una, ùnica especial, realmente encajas y realmente te importa pertenecer. Con esa bolita de amigos haz crecido y creceràs, en realidad no tenìa nada que ver tu posiciòn social o econòmica para pertenecer a ese grupo especìfico de amigos, lo importante es que son amigos, que coche traigas tu o tu papà, o donde trabajas o donde quieres estudiar o lo que sea literalmente valìa madres.. (hoy, creo que en general no vale nada madres...)

Despuès de tener permiso expreso por parte de mis padres, para emborracharme como Dios manda, nos fuimos a casa de no sè quien a seguirla segùn nosotros muy prendidos estuvimos un rato màs, en ese lugar, bebiendo lo que el cuerpo aguantò, mi amigo Diego Garcìa Vergara que hoy en dìa es padre de Dieguito Jr, de 12 y Sebastiàn de 8, me llevò a mi casa en mi flamante tsuro negro y nos quedamos dormidos un rato en casa de mis papàs, en realidad, parecìa que al dìa siguiente iba a estar todo exactamente igual que como lo habìamos dejado hacìa 12 años, (ingenuo e inexperto, hoy lo sè) al parecer todo serìa exactamente igual, el dìa de recoger boletas nos verìamos las caras todos de nueva cuenta y estarìamos todos juntos en los patios de la escuela como lo habìamos estado por los ùltimos 4380 dìas de nuestras vidas

Sin embargo la màs grande de las impresiones, fue el descubrir que nada, absolutamente nada, fue igual, al momento de que se entregaron las boletas y vi el patio por ultima vez con muchas muchìsimas caras conocidas pensando, bueno, ya los verè a estos weyes, si los he visto toda la vida, pues ya los verè.

En realidad, me hubiera gustado saborear esos ùltimos instantes màs, el hecho de que de un dìa a otro tu rutina de muchos años cambie radicalmente, es algo que con el paso del tiempo me ha sorprendido muchìsimo, hoy todavìa recuerdo muchas caras conocidas que deje de ver hace 15 años cuando salì de la prepa y que de repente me encuentro y saludo en cualquier lugar. Hoy quisiera tener contacto con muchos amigos que se han perdido en el tiempo, hoy recuerdo con inmesa alegrìa ese momento...

Siempre que saludo a algùn testigo de mi vida infante, el instante posterior està cubierto por una amplia y franca sonrisa, recordando alguna travesura que hicimos o las bancas, los pizarrones, los maestros, la cancha, los amigos, las anècdotas, las amigas, el color, el sentimiento de pertenencia, y los tacos de canasta del Cala y todo eso que constituye uno de mis màs grandes patrimonios de la vida... recordar es vivir.

ahora habrà que preguntarle a Ernesto como viviò su graduaciòn..

well remember always.... graduatioooon daaaaay... the beach boys