viernes, abril 22, 2005

DONDE QUEDO MI CANTIMPLORA.....

León, Guanajuato.
Evidentemente, el calor es quien, en gran parte, ha contribuido a la remembranza que he de narrar en esta ocasión.

Caminando por las calles de Acapulco, León e Irapuato, Guanajuato, por poco me derrito, el calor que se siente es in-so-por-ta-ble y eso que a mi me -encanta- el calor, lo prefiero mil veces al frío. En fin....

El miércoles tuve que ir al D.F. para recoger algunas cosas del trabajo y venirme a leon, mi hermano me comentó del blog de Salvador Leal, (mismo que incluiría aquí, si supiera usar el maldito código html o esa cosa), acerca de la primaria, lo ví y yo también entre al link que puso, del Instituto México, no vi las fotos que me dijo mi hermano y que bueno si no me pongo a llorar. buaaaaa

Las fotos eran del primer día de clases.
El primer día de clases del Glorioso Instituto México, tiene una gran carga de emoción para toda la familia, lo anterior, primero porque tenías que descubrir en que columnas de las 456 de la Escuela estaba el grado que ibas a cursar ese año, una vez descubierto el grado tenías que ubicar los 7 u 8 salones que comprendían dicho grado, y después de eso toda la familia se avocaba a buscar tu nombre en las listas de estos 7 u 8 salones de tu grado, ahora, este movimiento lo hacen 2000, niños y papás a la vez, por lo que resulta un poco complejo, por aquello de los empujones y mamás histéricas que necesitan urgentemente saber en que salón iba a estar su angelito, ver tus nombres y apellidos.

Tú como buen niño previsor, por supuesto sabías las características especiales de los profesores titulares de cada salón, así, por ejemplo el del 31 era muy buena onda, el del 55 era un perro igual que el del 40, el del 61 sólo le importaban sus viajes igual que al del 33, la del 17 era un bombón, la del 26 estaba guapetona, la del 24 era una maldita etc. etc. etc.

Así que una vez que sabías el número en tu cabecita de niño, podías perfectamente imaginar que año escolar te esperaba, ahora viene la segunda parte, el maestro no lo podías cambiar y tampoco a tus compañeros, una vez que había pasado la euforia de saber en que salón estabas tú, tenías que saber cuales de tus cuates estaban contigo en el mismo salón, lo cual desde luego podría facilitar o empeorar el panorama, porque, claro, también podía quedar contigo algún enemigo acérrimo de los cuales mijitos por supuesto, nunca faltan, y le dan un toque especial a la vida.

Recuerdo que Jose Luis Ibarra, papá de mis hermanos gemelos, siempre nos decía este año ustedes dos van a estar juntos y al siguiente ahora no y así lo anterior, porque él se llevaba mucho con los maristas pero muy pocas veces le atinó, pero sí le atinó. Aunque sea una vez.

Dentro de los recuerdos imborrables que tengo de la primaria, sin duda alguna, se encuentra mi cantimplora, tengo que aceptar que me cagaba llevar cantimplora, claro mi imagen de chico rudo se veía ligeramente afectada con una cantimplora de plástico con tapa roja, que mi mamá tenía a bien marcar poniendo ROGER SOREQUE SALON 46, y que posteriormente por el uso iba acompañada con un pequeño pedazo de plástico para que no se derramara el agua, generalmente de jamaica, en los útiles escolares, que dicho sea de paso, más de alguna vez pasó.

En realidad, no me molestaban mucho (es decir los caníbales de mis compañeros) por mi cantimplora, más bien era un pedo mental mío, sin embargo hoy en día creo que no me molestaban, porque tampoco tenían pena alguna en tomarse el agua cuando hacía un calor como los de ahora y yo dejaba la cantimplora en el salón durante el recreo, siempre jugaba futbol, por lo que mi pensamiento era, primero juego futbol, me canso y cuando llegue al salón, me refresco con mi agua de jamaica que traigo en mi ridícula cantimplora, porque había algunos tetos, que se la colgaban al cinturón con un aditamento especial con el que contaban aquellas cantimploras de antaño. Y la verdad eso era demasiado para mí y para mi imagen....

Sin embargo más de una ocasión, llegué después del recreo y descubría con horror que algún hijo de su tal por cual, se había bebido, mi agua de jamaica, de mí cantimplora y además había dejado sus babas en la misma, lo cual siempre se me hizo y se me hace hasta la fecha muy poca madre....

Hoy caminando por León con un calor aprox de 40° y después de haber recordado lo platicado con mi hermano extrañé mi cantimplora, pero malas noticias, ya le pregunté a mi mamá y dice que no sobrevivió ninguna de su especie.....

Ahora tendré que tomar en vaso térmico ni pex.....