Para mi gran amigo Héctor Guzman...
El día 21 de abril de dos mil seis mi gran amigo Héctor Guzmán se casó en Madrid, España con Silvia, una mujer increíble quien ha aportado a la vida de mi amigo felicidad, apoyo y solidaridad patente, la cual, Héctor transmite con admiración y cariño, en realidad tuve que haber estado presente con ellos, físicamente, sin embargo por cuestiones de la vida, estuve presente con ellos con la mente, el espiritu y mi corazón. La ocasión amerita una mención especial la cual quiero dejar plasmada en la presente carta. Con admiración respeto y cariño para Héctor y Silvia:
La vida nunca deja de sorprenderte, cuando creces, tristemente caes en la cuenta de que es más difícil hacer amigos verdaderos, sin embargo, siempre existe alguna chispa, que detona por alguna circunstancia dada y que te brinda la oportunidad de crear un lazo de amistad sincera.
Fue en España donde nos encontramos por primera vez, Hector no perdonaba a ningún maestro, siempre tenía alguna duda, alguna inquietud que los ponía a temblar, demostraba su destreza y agudeza mental, la cual es evidente a primera vista, dicha situación ha sido y es objeto de envidias y reclamos, claro todos quisiéramos tener una mente brillante y un corazón sensible como el de mi amigo.
El más antiguo recuerdo que tengo de Hector, y en donde se gestó nuestra amistad fue la noche que pasamos en vela antes del primer examen del master en donde el café, las galletas, la angustia y el buen humor invadieron el ambiente, a partir de ahí y habiendo visto el compromiso que los ddos teníamos con el estudio, con nuestras familias y con la vida, la empatía para estudiar y por supuesto la característica forma de chingar al prójimo nos unimos de forma rápida y sólida.
Después de ese evento lo demás fue Historia, tenemos hoy en día un lazo muy fuerte que forjamos en medio de estudio, borracheras, alegrías, sinsabores, enfermedades, lágrimas, comidas, bailes, antros, cigarros, etc. etc.
Cómo olvidar aguella vez que terminamos a las diez de la mañana Miguel, Héctor y yo en el Departamento de Héctor, emborrachando a su lap-top con vodkita, o cuando estando en un antro Héctor tuvo a bien caerse de espaldas de un sillón y no darse cuenta porque estaba dormido... Cómo olvidar los casos imposibles de resolver planteados por Hector después de haber terminado de estudiar, como olvidar los innumerables cigarros que se consumieron en el estudio, las preguntas fuera de contexto de Miguel Bretón, la paranoia de Roger cuando escuchaba la palabra examen, las nemotecnia que utilizábamos para estudiar, las pizzas que comimos durantes nuestro estudio, las horas que pasamos en la cervecería de la esquina charlando, discutiendo, filosofando de la vida y del amor e incluso estudiando...
Cómo olvidar nuestro último triunfo académico celebrado con un delicioso pollo rostizado en la casa de Héctor, en donde pasé innumerables noches estudiando, empedando, charlando, planeando, soñando...
Héctor partió antes que nosotros a Mx, el trío galáctico se quedó sin uno de sus integrantes, el mismo que hoy en día está en europa sin los otros dos. Volví a ver a Héctor en México en el Hospital, Héctor fue a visitarme a terapia intensiva cuando mi mamá estuvo a punto de morir, creo que nunca le agradecí lo suficiente y creo que no sabe el significado tan grande que ese hecho tuvo para mí.
Aunque en méxico nos veíamos, relativamente seguido, nunca hay tiempo suficiente para charlar y disfrutar con un amigo, siempre estuvimos pendiente uno del otro, siempre hemos sabido y sabemos que ahí estamos, siempre trataba de hablar con su hermanita quien hoy nos cuida desde el cielo, siempre recé por ella, siempre estamos y estaremos...siempre ha existido esa conexión fuerte forjada en nuestra vida, la vida pasa tan rápido como suele pasar y conocí a Silvia aquí en México en una comida, ví a mis amigos enamorados, interesados, compenetrados el uno con el otro, los ví felices...
El viernes 21 de Abril de 2006, mis amigos se unieron ante los ojos de Dios en presencia de sus seres queridos la vida me impidió asistir a tan distinguido evento al cual fui invitado, sin embargo durante todo el día estuve con ellos antes, durante y después de la boda, Héctor y Silvia están y estarán conmigo en México, en España y en cualquier parte del mundo durante toda mi vida...
Enhorabuena amigos
Los quiere
Roger Soreque.